Desde marzo del 2017 que en Fundación Huertas Comunitarias nos encontramos trabajando en la cárcel de Puente Alto, donde tenemos una huerta destinada a las capacitaciones y al trabajo junto a un grupo de internos.
En este espacio, convertido ya en una verdadera huerta, se cultivan hortalizas de todo tipo. Los reclusos son los más agradecidos, ya que no sólo aprenden agricultura gracias a la implementación de este programa, sino que también han logrado realizar una actividad que les permite estar en contacto con la naturaleza, y desarrollar distintas habilidades blandas, como la dedicación, trabajo en equipo y responsabilidad.