Con 12 nuevos proyectos en agosto, tanto en la Región Metropolitana como en la Séptima Región, Fundación Huertas Comunitarias dio inicio a nuevas huertas, apoyando de esta forma a comunidades en base a sus necesidades.
Parte del equipo de la Fundación se trasladó de esta forma a Talca, Curicó y San Javier, lugares en donde se realizará un nuevo proyecto junto a las constructoras Independencia e Inmobiliaria Los Robles. Este proyecto contará con el desarrollo de bancales, composteras y otros elementos, que se armarán en los espacios comunes de las construcciones, para que los vecinos puedan participar y hacer de este espacio una comunidad.
En Santiago comenzamos a apoyar a Parque Arauco, en concreto con el desarrollo de dos nuevas huertas: Una en El Bosque y otra en Quilicura. Al respecto Carlos Medina, Center Manager de Parque Arauco, señaló que «como Mall Arauco El Bosque y Mall Arauco Quilicura nos interesa ser parte de iniciativas que nos ayuden a estrechar lazos con los vecinos de la comuna y que, además, promueven un cambio sostenible que permitan mejorar la calidad de vida de las personas y fomentar una mayor conciencia medioambiental. La invitación que hacemos a nuestros vecinos es a que aprovechen estos espacios y que los cuidemos entre todos, para que juntos avancemos hacia un futuro más verde y sostenible».
Además, Huertas Comunitarias visitó el hogar San José de Lo Barnechea, lugar en donde viven alrededor de 100 adultos mayores quienes tras el apoyo prestado por Huertas Comunitarias podrán beneficiarse de las tareas que se realizan en la huerta y apoyar la cocina del hogar, ayudando a abastecerlo con las hortalizas y plantas que crezcan en este espacio.
Huertas Comunitarias también comenzó a apoyar a Fundación Soy Más, quienes en palabras de María José Cuevas, Directora de Exámenes Libres de Soy Más, buscaron «en un tremendo espacio disponible generar un punto de vinculación con la naturaleza, medio ambiente, alimentación saludable y el desarrollo sostenible de nuestra tierra. Además, vimos la potencialidad de generar un “laboratorio al aire libre” para las clases de Ciencias y ser nuestro propio lugar de abastecimiento para los insumos culinarios que las estudiantes de Artes Culinarias requieran en la cocina. Así fue como llegamos a Huertas Comunitarias quienes eran perfectos para desarrollar estas “ideas soñadoras” que teníamos».
A esto agrega que el impacto de trabajar la tierra en comunidad se deja ver desde el primer día. «Si bien comenzamos hace poco, se convirtió rápidamente en un espacio terapéutico y de confianza para las jóvenes, en donde “metiendo las manos en la tierra” dejan atrás conflictos presentes en sus vidas a diario, se relacionan con otras compañeras, aprenden el valor de la constancia, del compromiso y de lo importante que es hoy relacionarnos de forma colaborativa».